5 sitios históricos para visitar en Oporto
En esta ocasión, os presentamos 5 rincones con mucha historia dentro de la ciudad de Oporto.
Castillo de São Francisco Xavier do Queijo
Se ubica junto a la plaza Gonçalves Zarco, en la parroquia de Nevogilde, en el condado y el distrito de Oporto, cerca de la desembocadura del Duero.
Según cuenta la tradición, se edificó en 1661 sobre una roca de granito redondeada, de forma similar a la de un queso. La fortaleza tiene el plano con una forma de polígono triangular con sólidos muros de sillería de piedra, rematadas por torres de vigilancia pentagonales en los vértices cubiertas por cúpulas.
Es prácticamente imposible no sorprenderse ante sus espectaculares muros de piedra, sus cúpulas y sus históricos cañones.
Murallas Fernandinas
A pesar de su importancia militar, las paredes empezaron a ser demolido gradualmente a partir de la segunda mitad del siglo XVIII para dar paso a nuevas calles, plazas y edificios. La mayor parte de la pared se ha demolido a finales del siglo XIX.
Las secciones supervivientes de las murallas Fernandinas fueron clasificadas como «monumentos nacionales» en 1926. Es lo que hoy queda de las estructuras medievales que rodeaban la ciudad.
Con varias puertas ubicadas junto a la Ribeira, a las que se puede acceder en funicular, ofrece una vista desde la parte superior que es absolutamente espectacular.
Catedral de Oporto
Conocida localmente como Sé do Porto y se sitúa en el centro histórico.
El inicio de su construcción data de la primera mitad del siglo XII, y se prolongó hasta principios del siglo XIII. Ese primer edificio, de estilo románico, sufrió muchas alteraciones a lo largo de los siglos.
De la época románica datan el carácter general de la fachada con las torres y el bello rosetón, además del cuerpo de la iglesia de tres naves cubierto con bóveda de cañón.
La bóveda de la nave central está sostenida por arbotantes, siendo la Catedral de Oporto uno de los primeros edificios portugueses en que se utilizó ese elemento arquitectónico.
El edificio es impresionante y en él destaca una bóveda central sustentada por arcos y por la imagen medieval de Nuestra Señora de Vandoma, patrona de la ciudad.
Torre dos Clérigos
Tanto la iglesia como la torre son obra de Nicolau Nasoni, uno de los máximos exponentes del arte barroco en la ciudad portuguesa.
Comenzó a construirse en 1754 y se concluyó en 1763 a instancias de la Hermandad de los Clérigos Pobres. Es uno de los principales símbolos de Oporto y forma parte de una iglesia construida a mediados del siglo XVIII con un estilo barroco.
Tiene nada menos que 74 metros de altura y se puede subir a ella por una escalera de caracol de 240 escalones. En 2013, Portugal le dedicó una moneda conmemorativa de 2€.
Iglesia de São Francisco
En pleno centro histórico de la ciudad se encuentra esta iglesia de estilo gótico construida en el siglo XIV que va a garantizar unas bellas fotos de tu visita.
Destaca el detalle de una talla dorada de estilo barroco añadida en el siglo XVIII, además, Su estructura corresponde a la de un templo gótico, con reminiscencias románicas. En el frontón sobresalen el rosetón y el pórtico, de estilo barroco.
El interior aparece revestido en madera dorada de la misma época. Destaca el retablo del altar de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción, que representa el Árbol de Jesús esculpido en madera policromada, y para la capilla de San Juan Bautista, obra del arquitecto Diogo de Castilho, es de finales del siglo XV.