5 consejos para revalorizar tu coche
A continuación, os mostraremos una serie de consejos que ayudarán a tu coche a revalorizarse y alargar la su vida útil.
No necesitamos invertir mucho dinero para que tu coche usado o de segunda mano mejore en todos los sentidos. De esta forma, en el momento de ponerlo a la venta, no solo quedará el nuevo comprador más satisfecho, sino que tu coche aumentará su valor, lo que repercutirá directamente en tu bolsillo.
Pequeñas reparaciones
Primero, la carrocería. Cierto que quizá lo que hayas encontrado requiera la intervención de un chapista profesional —y entonces te resultará mucho más caro dejarlo como nuevo, claro—, pero lo más probable es que hayas encontrado algunos rozones en los parachoques, rozaduras en puertas o aletas, incluso algún pequeño golpe en el borde de esas puertas por toques contra las paredes…
Pues bien, no desesperes. Empieza por echar mano del bote de polish o similares, una solución rápida, barata y casi milagrosa con muchos pequeñas rozaduras.
Las ruedas no engañan
Al vender el coche, los neumáticos deberán tener una profundidad mínima de al menos de 1,6 mm, pero más allá de la goma, hay que tener cuidado con que las llantas no tengan golpes o deformaciones y que, por supuesto, cuenten con todos los tornillos y la llave de seguridad.
Si no es así, el comprador desconfiará porque unos neumáticos en ese estado pueden delatar daños en los ejes, la suspensión e incluso en el motor. Cuidado con los bordillos al aparcar.
Documentación en perfecto estado
Cómo hayas cuidado la documentación también dirá mucho del coche. Si la ficha técnica, el libro de mantenimiento y el permiso de circulación están en perfecto estado, te vas a evitar que el comprador te exija duplicados, ahorrándote 150 euros, 60 euros y 30 euros respectivamente. Además, si conservas el libro de instrucciones te ahorrarás otros 30 euros.
Las lunas de nuestro vehículo
La luna delantera y trasera, también deben estar en perfecto estado. Si tienes una grieta en el parabrisas, por pequeña que sea, es mejor que la cambies –por una homologada por la marca o por la misma que se monta en fábrica- porque el daño va a ir a más y el comprador lo sabe.
Lavar el coche a conciencia
Si puedes hacerlo a mano y poniendo tus cinco sentidos, mejor que mejor. No te conformes con el lavado de rodillos. Repasa con un paño de microfribras toda la carrocería.
No olvides limpiar el quicio de las puertas, incluyendo la zona de las bisagras: parece que no se ve, pero cuando se limpia se nota. También repasa las llantas —hay productos específicos para ellas— y aprovecha para echar un vistazo a las ruedas, tanto flancos como banda de rodadura.