3 lugares históricos para visitar en la ciudad de Oporto
A continuación, os presentamos 3 rincones con mucha historia dentro de esta bella ciudad.
Torre dos Clérigos
Tanto la iglesia como la torre son obra de Nicolau Nasoni, uno de los máximos exponentes del arte barroco en la ciudad portuguesa.
Comenzó a construirse en 1754 y se concluyó en 1763 a instancias de la Hermandad de los Clérigos Pobres. Es uno de los principales símbolos de Oporto y forma parte de una iglesia construida a mediados del siglo XVIII con un estilo barroco.
Tiene nada menos que 74 metros de altura y se puede subir a ella por una escalera de caracol de 240 escalones. En 2013, Portugal le dedicó una moneda conmemorativa de 2€.
Castillo de São Francisco Xavier do Queijo
Se ubica junto a la plaza Gonçalves Zarco, en la parroquia de Nevogilde, en el condado y el distrito de Oporto, cerca de la desembocadura del Duero.
Según cuenta la tradición, se edificó en 1661 sobre una roca de granito redondeada, de forma similar a la de un queso. La fortaleza tiene el plano con una forma de polígono triangular con sólidos muros de sillería de piedra, rematadas por torres de vigilancia pentagonales en los vértices cubiertas por cúpulas.
Es prácticamente imposible no sorprenderse ante sus espectaculares muros de piedra, sus cúpulas y sus históricos cañones.
Murallas Fernandinas
A pesar de su importancia militar, las paredes empezaron a ser demolidas gradualmente a partir de la segunda mitad del siglo XVIII para dar paso a nuevas calles, plazas y edificios. La mayor parte de la pared se ha demolido a finales del siglo XIX.
Las secciones supervivientes de las murallas Fernandinas fueron clasificadas como “monumentos nacionales” en 1926. Es lo que hoy queda de las estructuras medievales que rodeaban la ciudad.
Con varias puertas ubicadas junto a la Ribeira, a las que se puede acceder en funicular, ofrece una vista desde la parte superior que es absolutamente espectacular.