Semana Santa en Oporto

Pasar la Semana Santa en Oporto es siempre una buena opción para los que vivimos en la Península Ibérica, dada su proximidad y su fácil acceso; con multitud de compañías aéreas que ofrecen vuelos baratas hacia sus aeropuertos.

Sin importar de donde vengas, la ocasión de visitar esta preciosa ciudad portuguesa durante estas fechas no se puede perder. Con un clima que todavía no ha despedido al frío, es idóneo para paseos al lado del río sin tener que preocuparse del calor.

Durante todo el año, la oferta culinaria de la ciudad es excelente con platos deliciosos, no obstante, las comidas típicas en Pascua son los platos de bacalao y cabrito al horno.

semana santa en oporto - bacalao con nata

Bacalao con nata

cabrito al horno

Cabrito al horno

 

Tampoco podemos olvidar la agenda festiva, que engloba tanto un cariz religioso para los que deseen compartir estos días con un significado cristiano como una agenda de fiestas y paseos.

Dentro de las visitas obligadas durante la Semana Santa y para todos los públicos, no tenemos que olvidarnos de las diversas Iglesias de Oporto, mostrando una faceta barroca de la ciudad.

Podemos empezar la visita por la más emblematica de todas, la Sé, catedral de oporto y visitar el barrio al que da nombre con sus estrechas callejuelas medievales y cuna de la ciudad.

catedral de oporto

Catedral de Oporto

En el barrio de la Sé nos vamos a encontrar también una pequeña pero bella iglesia, Igreja dos Grilos o de San Lorenzo.

Igreja dos Grilos

Igreja dos Grilos

Continuando nuestro descenso nos vamos a encontrar la Iglesia de Santa Ana donde los habitantes de la ciudad ofrecen flores y velas a la Virgen y el niño.

Siguiendo con la peregrinación, vamos a llegar a la plaza del Infante donde nos encontramos con el palacio de la Bolsa y tras el una estructura gótica realmente impresionante, la Iglesia de San Francisco.

plaza del Infante

Plaza del Infante

Esta Iglesia cubre varias etapas arquitectónicas que fan desde el siglo XIII, cuando se empezó a construir, hasta el siglo XVIII con sus tallas barrocas realizadas con la madera importada desde Brasil.

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